Por Ramón Pagán Mi Reflexión
rnpagan@verizon.net
La empatía es el pilar que sostiene la calidad de nuestras interacciones personales. De ella depende muchas veces la felicidad y crecimiento personal, aunque implique recurrir a esfuerzos en habilidades que fomenten la salud física, estabilidad emocional, expansión intelectual o fortifique la espiritualidad de una persona.
Me explico. Según los psicólogos, la empatía requiere habilidad para reconocer, comprender, respetar la forma de pensar y los sentimientos de otra persona, sin imponer los nuestros. Porque mis puntos de vista, solo míos son y de nadie más.
Parece complicado, ¿verdad? Por el contrario, es muy simple, se trata de sensibilizar nuestros pensamientos y acciones, entendiendo que la esencia humana necesita su propio espacio.
Ahora enfócate en ti mientras lees estas líneas, empieza a conversar contigo mismo, como dirían algunos, con el yo interno; preguntándote: ¿De qué sirve la empatía en este mundo de fieras donde la intolerancia, indiferencia y la insensibilidad prevalece?
Precisamente, ahí radica la importancia de ser empáticos porque ayuda a establecer vínculos afables con nuestro prójimo, y concebir el afecto y armonía del fruto de la esencia humana.
Al practicar la empatía desarrollamos sensibilidad, capacidad y habilidad para comprender la conducta y el comportamiento de las personas con las que interactuamos.
Al sensibilizarnos reducimos los prejuicios y el ánimo vengativo, asumimos una actitud comprensiva que nos hace entender el comportamiento de alguien que se presenta insensible ante las necesidades o sufrimientos de los demás.
Así entendemos que su comportamiento es producto de experiencias personales en la sociedad donde se desarrolla, algo muy íntimo que solo la persona misma tiene facultades de comprender y cambiar voluntariamente.
Ocúpate de practicarla, porque la empatía impulsa la felicidad, la satisfacción personal y colectiva. Solo basta de exponer la capacidad de tolerancia con el prójimo, manifestando interés genuino en fomentar la sensatez, justicia, altruismo y nobleza en la sociedad.
¡¡¡¡Practica la empatía!!!!
*El autor es doctor en Administración Pública, especializado en Gerencia Estratégica.