
Se baja de su auto con la prisa de aquel al le queda que poco tiempo y con una esperanza que fusiona con esa sonrisa del que confía en sí mismo pero que también cree en los demás.
Toca el timbre, golpea la puerta y si por fortuna le abren empieza a relatarles quien era y quien es hoy, la época de residente en Paterson y que su padre era aquel viejo peruano, síiii, el que vivía en la casa blanca cerca de la esquina, les cuenta que ahora vive en Garfield, donde rompió el récord de ser el primer concejal latino, que le duele el alto costo de las vida y la inseguridad, que le duele como si fuera su ciudad natal ya que aqui fue el lugar en el que Norteamérica lo recibió, le expresa a todos que aspira a convertirse en su asambleísta del distrito 35 para continuar contribuyendo a modificar lo negativo.

Todavía está soñando con obtener un poco más de poder político para poder luchar por los derechos de las comunidades menos privilegiadas, tal como lo soñaba y como comenzó a hacerlo treinta años atrás.
Sus zapatos ya gastados han atravesado las calles de todos los vecindarios, como las calles de este sábado que fueron las empinadas aceras de Prospect Park, o como aquellas que en mitad de semana visito en el distrito 2 de Paterson, donde ya se ha vuelto familiar o las calles de los latinos que todavía residen en el sexto distrito y lo perciben como un pequeño Bolívar que caminado cruzo los andes y Romi Herrera cruza todas las vecindades dando la pelea por obtener su representación.
Caminar es considerado un ejercicio saludable, sin embargo, para el inmigrante que todavía no maneja y que recorre muchas horas antes de llegar a otro lugar no es que sea tan placentero. Diferente es para Romi, el líder peruano que se volvió norteamericano y hace camino al andar. En una campaña, en la que prefirió la lucha por su comunidad antes que una subordinación incondicional a un partido, el dinero no llega y los voluntarios son coaptados por la oficialidad….
Pareciera que vuelve a llover sobre mojado, las comunidades se ven enfrentadas a elegir ante la lealtad a unas figuras impuestas por el partido o ante la audacia y el arrojo de sus auténticos lideres
Porque para Romi Herrera solo con el acompañamiento espiritual y moral de las iglesias de COLAPA y las comunidades Latinas no hay más opción que continuar firme y caminar, paso tras paso y bloque tras bloque, escuchando a sus conciudadanos, aprendiendo o reconfirmando lo que ya intuía, discutiendo sobre las posibles soluciones y volviendo a caminar con la sonrisa de aquel que hace el bien sin mirar a quien, porque para Herrera existe un compromiso social que se parece más a un juramento sagrado donde su vocación de servicio es buscar la protección de su comunidad.

Decía alguien por ahí que la solidaridad es la ternura de los pueblos y en el caso de Romi Herrera todos debemos asumirla, ya sea donando aunque sea un poquito, ya que ese poquito hecho muchas veces forma un montón o ya sea caminando o llamando a los votantes, para que hagamos conciencia de la importancia de una elección como esta, debemos hacer realidad este sueño de muchos, este sueño colectivo de Iglesias y pastores, pero ante todo el sueño más importante de todos los sueños: el de la comunidad.