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Por Juana M. Ortiz
juanamo93@yahoo.com
El mes de la independencia dominicana. Es una fecha apropiada para honrar y recordar a quien en alto pusiera nuestra tricolor bandera, y enalteciera de igual manera, a la comunidad latina en Estados Unidos.
El Doctor Carlos E. Lugo Cabrera, un máster de la fisiología humana, que se inclinó por salvaguardar en toda su extensión el núcleo más pequeño de nuestra sociedad: La familia.
Hoy el Dr. Lugo estaría cumpliendo 72 años, después de su nacimiento en la República Dominicana. Desde muy joven demostró interés en la docencia y la medicina. En 1980 alcanzó su doctorado en medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, para cuatro años después obtener su post grado Maestría en Terapia Sexual de Pareja y Marital en la Universidad de Apec. Luego se integró al personal docente de dicha maestría.
Lugo fue uno de los pocos latinoamericanos en graduarse del programa de post grado por la Dra. Helen Singer Kaplan, coordinado por la Universidad Cornell y el New York Hospital, donde obtuvo un Fellowship en el departamento de Psiquiatría.
También participó en el programa de post grado ofrecido por la Academia Americana de Sexólogos Clínicos y la Universidad Maimonides, en Fort Lauderdale, Florida. Fue maestro certificado en la Educación Bilingüe Bicultural.
Durante el año 1995 participó como miembro del grupo especial de trabajo para la Adaptación Hispana/Latina de La Guía para una Educación Sexual Integral (Siescus), dedicada a la juventud hispana y estándares nacionales de educación sexual.
Durante 25 años ejerció la docencia en el Distrito Escolar de Paterson, New Jersey, donde fue muy querido y respectado. Para muchos de sus alumnos Mr. Lugo, como acostumbraban a llamarle, fue más que el maestro, fue como el buen pastor que guía a sus ovejas descarriadas por el sendero del bien. Pues en el aula impartía diciplina y respecto. A la hora de enseñar era muy estricto, pero por el otro lado, daba a conocer el lado humano y compasivo del maestro; que trataba de que sus alumnos aspiraran más que a un diploma de secundaria, y peor aún, a que no abandonaran la secundaria/bachillerato.
Para nosotros los latinos la taza de deserción escolar es bastante alta, comparada con otros grupos étnicos. Sin embargo, el doctor Lugo motivaba a que sus alumnos se esforzaran en graduase de la secundaria y asistieran a la universidad. Se ocupaba de que sus alumnos fueran hombres y mujeres útiles a la sociedad.
Enseñaba con entusiasmo y pleno conocimiento sobre los temas académicos, les daba la libertad de hacerle cualquier pregunta relacionada a los temas académicos o expresar su inquietud.
Otra faceta del Doctor Lugo era, su constante participación en los medios de comunicaciones como sexólogo. Era muy activo en programas de televisión, radio, medios impresos o digital. A nivel local, estatal y nacional, fue reconocido por sus contribuciones en el área de la educación sexual, científica, cultural y social.
Estuvo 41 año felizmente casado con la señora Elizabeth {Castillo} Lugo. Era padre de cuatro bellas joyas, como solía referirse a sus hijos. Abuelo de un príncipe y una princesa, como llamaba a sus dos nietos.
Pero el 31 de diciembre de 2020, el Doctor Lugo nos sorprendió a todos, y se fue de nosotros físicamente.
Hoy, día de su cumpleaños, sus alumnos y amigos lo recordamos con alegría, como el ser humano maravilloso que era, amoroso, sencillo, respetuoso y cariñoso, de mente brillante y de mucha fe en Dios.
¡¡¡Siempre te recordaré, mi Dr. Lugo!!!
*La autora es periodista y escritora, publicó el libro “Lo hice”.