Por Ramon Pagan
rnpagan@verizon.net
Debo empezar diciéndote, que la Inteligencia Artificial (IA) aspira a sobrepasar la capacidad de proyección, precisión, rapidez y eficiencia sobre la inteligencia humana.
Seguramente conoces el término IA, que también se define como ente propulsor de la Cuarta Revolución Industrial. Esto surge combinando tecnologías como el cómputo en la nube, las redes sociales, los dispositivos móviles, Internet y la propia Inteligencia Artificial; que aspira a transformar la humanidad de manera única e insensible en un abrir y cerrar de ojos. ¡Que interesante!
Pero ahora enfoquemos nuestra atención en la herramienta IA. Actualmente, la ciencia está logrando avances trascendentales con el acompañamiento de esa maravillosa herramienta. Los científicos han logrado avances sorprendentes que curan enfermedades que parecían incurables, usando este ente propulsor como herramienta de trabajo.
Aún más, un programa llamado (Google-Deep Mind) creado con IA logró jugar Ajedrez consigo mismo e hizo movidas únicas que profesionales en esa disciplina nunca habían logrado.
¡Ahora no estoy seguro si me embarga el pánico o la alegría!
Por otra parte, está el Transformador-Generativo-Pre-entrenado Tercera Generación, mejor conocido como GPT-3, por sus siglas en inglés. El GPT-3 cuando se entrena, sofisticadamente puede escribir cartas o sostener conversaciones similares a los humanos. ¿Qué te parece?
Por eso, cuando abordamos este tema es importante dialogar con claridad.
Ahora, echemos una mirada a la otra cara de IA. Su integración a la fuerza laboral como herramienta de trabajo relevará de sus empleos a una gran cantidad de personas en distintas industrias, aunque no podemos precisar cuántas, creará nuevas oportunidades.
O sea, ¿que también IA impactará la economía? Sí, su impacto provocará despidos y enviará a otros a reentrenarse. ¡Ah! Y a otros a reinventarse. Impactando también nuestras finanzas. Si recuerdas, algo así como lo sucedido después de la Gran Recesión del 2008, pero con mayor impacto y prevalencia.
Al principio pensamos que será igual que las pasadas revoluciones industriales: la máquina a vapor, la era del pensamiento científico y el surgimiento de las tecnologías digitales. A diferencia, la Cuarta Revolución Industrial, provocada por la combinación de innovaciones como la inteligencia artificial, robótica, y la cadena de bloques (almacena datos mientras IA analiza y toma decisiones a partir de esos datos) promete impactos socioeconómicos más profundos que ningún otro evento histórico.
No se tu opinión acerca de la Inteligencia Artificial, pero sus primeros pasos nos advierten que una de sus metas es sobrepasar la capacidad intelectual del humano. A pesar de esto, su esencia técnica y automática, la IA contrario a la inteligencia humana, ¡promete lograr sus objetivos operando sin conciencia ni moral! ¡Interesante!