Por Rolando Hernández
El congreso nacional de la República Dominicana está integrado por 32 son senadores y 190 diputados, incluidos los siete que son electos en el exterior. Para la población dominicana, la clase política es una de las más privilegiadas en la región del caribe y Americana Latina debido a los beneficios e incentivos económicos que reciben en el ejercicio de sus funciones políticas.
Entre los principales beneficios se encuentran el derecho a recibir dos exoneraciones libres del pago de impuestos al año y el recibir mensualmente un llamado fondo especial denominado barrillo o cofrecito que supera los 200 mil pesos al mes para cada legislador, dizque para asuntos sociales en los distritos electorales a los que representan.
Ambos beneficios (exoneraciones y barrilito) representan al año más de 12 mil millones de pesos dominicanos (unos 210 millones de dólares) que el Estado dominicano entrega a los legisladores.
El dinero del barrilito pocas veces llega a los más necesitados y que la real función de los legisladores es trabajar en la creación de leyes que garanticen y preserven derechos de los ciudadanos dominicanos y no crear programas sociales.
Bajo la nueva reforma fiscal que se discute, los dominicanos esperan que el gobierno incluya la eliminación de los beneficios económicos de las exoneraciones y barrilito a los congresistas dominicanos.
La discusión se espera que no será nada fácil, debido a que la mayoría de senadores y diputados dominicanos se han acostumbrado al fácil manejo de los dineros públicos en la nación dominicana.
La realidad es que los dineros que reciben los legisladores pueden ser usado en sectores como la educación, salud, transportación y obras de infraestructura en el territorio dominicano.
Según la Dirección de Análisis Macroeconómico (DAM) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) durante el año 2023 el gobierno destinó 147 mil millones 880 mil pesos en subvenciones a sectores como: electricidad, combustible, alimentos, gas licuado, hogares y bono luz y que la función primordial de la nueva reforma fiscal será una drástica disminución de las exenciones a los sectores económicos en la nación dominicana.
Los dominicanos que residen dentro y fuera de territorio dominicano esperan que la nueva reforma fiscal se enfoque en eliminar privilegios económicos y en el uso racional de los dineros públicos en la República Dominicana.